El Hombre Gancho - A Qué Saben (letra en español)

Sin duda la música es el lenguaje más universal que tenemos, capaz de expresar sentimientos de una forma que el oyente puede percibirlos sin apenas formación alguna, sólo dejando que esta le haga vibrar el alma. Eso permite que generaciones y generaciones de españoles hayamos sido fans incondicionales de artistas y formaciones extranjeras de las que no entendíamos ni jota de las letras (lo cual en ocasiones es de agradecer porque muchas de ellas son malas de solemnidad) y las tarareábamos de una forma criminal con el idioma de Shakespeare. Pero esto no supone que en cada país se hayan producido evoluciones de los estilos musicales para tratar de hacerlos compatibles con las tradiciones culturales del mismo. En España en los sesenta se acuñó el término rock torero para definir a grupos como Los Brincos, que después daría lugar al rock castizo de Gabinete Caligari, o el rock portuario de Los Rodríguez, que son apuestas de gran calidad de traducir lo foráneo al sentir de lo hispano.

El Hombre Gancho es un grupo cordobés que es heredero, lo sepan o no, de esta tradición de coger ritmos flamencos, de tratar temas más autóctonos, y darles un barniz de modernidad. Son formaciones donde las guitarras eléctricas y teclados, se ven acompañados por una gran presencia de la guitarra española, del cajón, y de las palmas. Es un difícil equilibrio el que tienen que hacer para ser originales sin expulsarnos a los que tenemos cierta renuencia a lo aflamencado, y para mi estos chicos de la antigua ciudad califal aciertan de pleno. Su carrera fue corta, apenas ocho años, pero nos dejaron un puñado de canciones de gran calidad.

La letra de A Qué Saben nos habla de una relación que se ha acabado, donde la amargura está presente en todo momento. Y donde el cantante se lamenta de todo lo que ya no será, de los besos que no se darán, y aún pide una oportunidad más para que sigan juntos, rindiéndose a sus deseos si vuelve a él. Porque sin ella nada tiene sentido.

La música arranca con las guitarras y el cajón con un ritmo melancólico, y al poco se les une el bajo y los bongos, teniendo un fondo de piano. Apareciendo al final la batería con los platillos. Os dejo también la versión que de este tema hicieron en su concierto de despedida.

© Maikel de la Riva y BMG.

Letra Original:

¿A qué saben esos besos, que no nos supimos dar? Ahora que estoy más lejos dime la verdad ¿A qué sabe este silencio, que no aprende a caminar por este pasillo estrecho que tú me das? ¿A qué saben los besos que no se dan? ¿A qué saben las cosas que pasarán? ¿A qué sabe el sentimiento, que en la boca nos quedó? Arropa este ultimo beso, que esta vez lo pago yo, ¿a qué sabe esa mirada, que no quisimos cruzar? Cállate y no digas nada, que es mejor, mejor callar. ¿A qué saben los besos que no se dan? ¿A qué saben las cosas que pasarán? Desnudo de sentimiento te entrego mi rendición, mi sensatez, mi tormento, mi vida sin solución, te juro que no es lamento, es rabia de corazón, el mejor vino que tengo de mi viejo bodegón. ¿A qué saben los besos que no se dan? ¿A qué saben las cosas que pasarán? ¿A qué sabe el pan contigo, si mi hambre no es de comer? Es hambre de estar más vivo en tu cuerpo de mujer, pongamos tierra por medio, distancias al corazón, y el mundo se hará pequeño, quedémonos tú y yo. Que yo no sé pisar el freno, que no me entiendes Que yo me valgo de tu sudor pa engrasar mis ejes, que ya no tengo ni vida propia, ni tengo suerte si no sé a qué sabe tu amor, si no sé a qué sabe tu amor. ¿A qué saben las cosas que se han perdido? ¿A qué saben los besos que no nos dimos? ¿A qué sabe el destierro si no es contigo? ¿De qué sirve ese pájaro malherido? Las calles de luna estrecha entre tú y yo, las veces que no supimos pedir perdón, las noches que se perdieron en tu portal, las veces que por tus labios pude matar, la iglesia donde no reza mi corazón, la lluvia que no resbala por mi cristal, las fiestas de vino amargo y de soledad, los besos que no se compran si no se dan, la puerta que hemos cerrado antes de entrar, las páginas del pasado sin escribir,…